Tarimbaro Michoacán a 30 de agosto de 2024.- Un grupo de indignados habitantes del fraccionamiento Las Espigas en Tarímbaro tomó las oficinas del COMAPAT (Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tarímbaro), en una acción desesperada por obtener la verdad y exigir transparencia ante lo que consideran una serie de graves irregularidades. Esta toma es la respuesta a la aparente falta de acciones concretas por parte del director del organismo, Felipe Ruiz, y del presidente saliente del municipio, Bladimir González.
La protesta estalló luego de que los vecinos descubrieran que las obras de construcción de un pozo, supuestamente ilegal y sin autorización, continuaban a pesar de las repetidas promesas de que serían detenidas. Durante una reunión tensa, Felipe Ruiz aseguró que las obras estaban paralizadas y que se presentaría una denuncia formal para detener cualquier avance en la construcción. Sin embargo, la desconfianza hacia las autoridades no hizo más que crecer cuando el director solicitó a los vecinos desalojar las instalaciones bajo el pretexto de que el abogado necesitaba ingresar para proceder con la denuncia.
Los residentes, cansados de promesas vacías, exigen acciones inmediatas. Durante la reunión, Ruiz propuso la formación de una comitiva vecinal para vigilar el sitio y asegurarse de que no se reanudaran los trabajos sin la debida autorización. Además, sugirió la instalación de un depósito para filtrar la tierra que afecta las tuberías de la comunidad, un problema persistente que ha agravado la situación. A pesar de estas sugerencias, los vecinos no tardaron en darse cuenta de que estaban siendo nuevamente manipulados.
Lo que más enfureció a los residentes fue descubrir que el agua del pozo se estaba desviando hacia un rastro ubicado en la entrada de la brecha que conecta con el fraccionamiento, así como hacia una obra en construcción sobre la carretera a Salamanca. Estos hechos, que Felipe Ruiz y Bladimir González intentaron ocultar, han encendido la furia de la comunidad, que ahora se siente traicionada y utilizada.
Ante la falta de respuestas claras y la evidente complicidad de las autoridades, los habitantes de Las Espigas han decidido tomar medidas drásticas. En una decisión conjunta, se ha prohibido la entrada de pipas al fraccionamiento, acción de la cual ya están informados tanto la encargada del orden como los vigilantes. Los residentes han dejado claro que están dispuestos a continuar con las tomas y movilizaciones hasta que se haga justicia y se resuelvan las irregularidades que los afectan.
Las palabras de Felipe Ruiz, quien inicialmente aseguró desconocer la situación y prometió soluciones, ahora resuenan como un eco vacío, cargado de promesas incumplidas y verdades a medias. Los vecinos no solo exigen la presentación del documento prometido a las 12:00 pm del día, sino que también advierten que si no se les entrega, volverán a tomar las oficinas del COMAPAT sin tregua.
Esta situación no solo evidencia la falta de control y gestión adecuada en la administración de recursos esenciales como el agua, sino que también pone en tela de juicio la integridad de Bladimir González en su rol como presidente municipal. A pocos días de finalizar su mandato, González deja un legado de desconfianza y caos, donde los intereses de la comunidad parecen haber sido ignorados en favor de proyectos cuestionables.
La comunidad de Las Espigas ha demostrado que no se dejará doblegar por las tácticas de intimidación y manipulación de las autoridades. Unidos, han decidido defender su derecho al agua y exigir que se respeten sus necesidades y su bienestar. Este conflicto, lejos de resolverse, parece estar entrando en una nueva fase de confrontación, donde los ciudadanos, armados con su determinación, lucharán por la transparencia y la justicia en Tarímbaro.
